Lo nuestro, ¿qué clase de pantalla habíamos creado para lo nuestro?
Una obra de teatro muy bien montada para decir que nada es nada, protagonistas absortos de oxcitocina, cegados y embobados con un liquido rosa asqueroso y espeluznante, miel depravada que hunde los sexos, nuestros sexos.
Lo nuestro no era cuestión de un mal día, porque mis malos días eran contigo. Lo nuestro no era cuestión de estar juntos, sino de alejarnos lo más posible, alejarnos tantísimo como para unirnos al vernos, lo nuestro era la casi desesperación.
Lo nuestro era volver al columpio, dejar que el silencio nos envuelva. Lo nuestro iba más allá de las cuatro de la mañana para levantarte a leer. Iba, lo nuestro con nosotros, en los negros días, negros cual rosados al atardecer. Lo nuestro no era cuestión de un mal día, no era cuestión de un buen día. Lo nuestro no era, es inexistente.
Lo nuestro, iba más allá de cogerme mechones y rozarme las mejillas.
Lo nuestro no vivía cuando queríamos que fuese así. Yo no habitaba cuando querías, aún así yacía sobre tu cama cuando lo deseabas. Plasmada.
Lo nuestro era onírico.
Era bailar para ti, bailar juntos, era estar en la ducha más de quince minutos sin soltarnos y también eran gritos, ninguno de alegría o satisfacción.
Lo nuestro no era cuestión de un mal día; en un mal día me contento con unos cuantos cigarrillos pulsando el humo sobre mis yemas. En un mal día puedo encontrar tristeza fatal, escondida en un sobre de manila. En un mal día, puedo lamer un helado de chocolate, sabiendo que seré cinco gramos más gorda, cinco gramos!, me hacen pesada para ti. Me pasaré los malos días llorando al escuchar 'Hoy ten miedo de mi', congelada en un rincón... todos me llaman el negro llorona, negro pero cariñoso.

Lo nuestro no era cuestión de un mal día
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La taza azul, es poesía relatos, cartas, historias, y cositas que no me atrevo a decir fuera de la ducha o la almohada.
Cristal Alarcon Filinich

